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LA "ENVIDIA" NO ENSOMBRECIÓ EL II CERTAMEN DE PINTURA "EL 78" (1ª parte)

El Certamen contó con la presencia del concejal Pedro Zerolo y con la de Pablo Núñez, medalla de oro de las Bellas Artes (En la fotografía, los tres artistas)
El tema elegido en esta ocasión para los cuadros de la segunda exposición era el de la Envidia, como contraposición al tema de la primera que fué el de la Amistad. Se expusieron un total de 9 cuadros, 3 de Pablo Durán, 3 de Miguel Benito y 3 de Carmen Laviña.
Pablo comenzó haciendo una recreación de la envidia nacional, fusionando de una manera sorprendente ciertas figuras del Guernika de Picasso, con otras del fusilamiento del 3 de mayo haciendo alusión a la Guerra de la Independencia Española que tan bien supo retratar Goya. Un plato con restos de comida a modo de bodegón le sirvió para retratar la envidia más prosaica, la cotidiana, la de mera supervivencia, con su mosca incluida... Por último, y para dar un atisbo de esperanza pintó una de las representaciones del Ave Fénix, que como todos sabéis es un ser mitológico que renació de sus cenizas.
Miguel empezó por descubrir el cuadro que retrataba la primera envidia humana de la que se tiene noticia por la Iglesia Católica, la envidia de Caín hacia Abel que culminó con el primer asesinato de la historia. Prosiguió con la envidia en el mundo laboral para lo cual dibujó a tres ejecutivos que "como buenos trepas" se espían el uno al otro, para terminar con el cuadro que representa para él la envidia en el arte. En este caso una serpiente repta hasta el pentagrama con la cara de Camarón de la Isla, personaje endidiado por su modo de vida y, sobre todo, por su cante.
Carmen presentó la primera envidia celestial en la que Luzbel se enfrenta a Dios según la Biblia porque envidiaba su poder. Por otro lado, expuso un cuadro "ambiguo" en el que se ven a unas mujeres afganas con burka y a una niña sin él, queriendo no sólo plasmar la envidia de libertad sino también la envidia de los talibanes, de los hombres que necesitan poner jaulas azules de tela alrededor de las mujeres para que éstas no vean lo insignificantes e indignos que son. El último cuadro representaba la Antienvidia protagonizada por Diógenes que vivía en un tonel y todo lo demás le parecía superficial. Erróneamente en la actualidad se llama Síndrome de Diógenes a la enfermedad que sufren algunas personas que acumulan cosas o basura en sus hogares.
Nos acompañaron todos los amigos del Bar "El 78" y muchos representantes de ONG: Plataforma del Voluntariado, Cruz Roja, Médicos del Mundo, Federación de Mujeres Progresistas, además de dos personalidades de excepción: Pedro Zerolo, concejal socialista y secretario de movimientos sociales del PSOE y Pablo Núñez, pintor, cineasta, medalla de oro de las Bellas Artes. Ambos departieron con los artistas y animaron a seguir con la iniciativa cultural.
La sorpresa la recibió el dueño del bar, Andrés (El Chiquitín) cuando Miguel le hizo un regalo personal en honor a la amistad que reina entre todos. Un cuadro en forma de Grafitti con la palabra "Amistad".