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Más que debatir "se debatieron"


Por ningún lado vimos anoche en televisión contienda, discusión o disputa que es como define el DRAE el término "debate". Tampoco vimos lucha más que la de ambos candidatos resistiéndose, agitándose o esforzándose por lograr dejar a su adversario político sin recursos ante las urnas. Es decir, que como todos sabíamos de antemano el único Debate no fue tal, sino un debatirse propio por intentar defender la "panacea" que mejorará España. Todo para España pero sin los españoles, porque la ciudadanía (una vez más) quedó excluida. Se perdieron la oportunidad de oir de viva voz lo que la gente quiere, lo que la sociedad padece...

Me sorprendió enormemente que Rubalcaba en muchos momentos del programa diera por sentado que Rajoy iba a ganar. Es como si, a pesar de lo que está luchando el candidato socialista, creyera en su fuero interno que las huestes de derechas llegaran en tropel a la Moncloa con su representante (que no líder) a hombros. Y es que los "peperos" con el balbuceo y salibeo de Rajoy en vez de entenderle "Os quiero mucho a todos" han entendido "quiero salir a hombros"...

Las únicas propuestas que se escucharon las realizó el candidato socialista, convertido por momentos en entrevistador de Marianico, que se ha especializado en fintas y en echar balones fuera, no sea que alguien vaya a conocer lo que no ha puesto en su programa y que descubriremos con estupor y anonadamiento si sale victorioso de las elecciones. Más de uno y de una que le votarán, más que nada para castigar al PSOE, a los pocos días de los comicios, se echarán las manos a la cabeza cuando conozcan las "medidas" que el PP tiene preparadas y ocultas para arreglar no sólo España, sino el mundo mundial.

Si gana el PP, todo lo que salga mal, que serán muchas cosas, porque España tiene que cumplir con Europa y los de la gaviota con los empresarios y banqueros, se lo achacarán a Zapatero y, por ende, a los socialistas... Y cuando empiecen a recoger los frutos de los esfuerzos realizados por el todavía presidente de España, lo interpretarán como éxitos propios, de sus gestiones desde que se han subido al machito del poder.

Los españoles y españolas, viscerales como somos, votamos más con los sentimientos que con la razón. Somos capaces de votar a la derecha, que está alineada con los ricos, con tal de castigar al que nos han dicho que es el responsable de nuestras ruinas y ¿por qué no? del agujero de la capa de ozono.

Creo, al igual que el PSOE y muchos economistas, que de este bache no se puede salir sin invertir. Ya no basta con ajustarse el cinturón al que le hemos hecho ya demasiados agujeros. El Estado tiene que tomar cartas en el asunto e intervenir invirtiendo. Sólo así se puede crear riqueza y, por tanto, recuperar la economía y el empleo.

No sé por qué nadie expone claramente que si se desarrollara la Ley de Dependencia, un nuevo derecho universal que han creado los socialistas, daría de sí para absorber a la gran masa de personas que están en situación de desempleo. Así de fácil y así de complicado... Pero desarrollando derechos querevierten en la ciudadanía, se podría dar empleo a esta misma.

Como no quiero que "la profecía se cumpla a sí misma" dejo un aviso para navegantes: Estamos mal. Nadie lo niega. Seguiremos estando mal durante bastante tiempo gane quien gane las elecciones del 20 N, pero reflexionemos si de verdad queremos votar a un partido que se ha distinguido por no censurar al franquismo, por crear una burbuja inmobiliaria que ha sido el principio del fin del empleo en España, por no respetar la diversidad de todo signo, por no creer en la igualdad, por apoyar a los empresarios en lugar de a los sindicatos, por no haber hecho nada durante sus anteriores gobiernos por acabar con la violencia de género, con el terrorismo...

Si de verdad quieren votar al PP porque creen en los valores que defienden, adelante... para eso se creó la democracia... pero si lo van a hacer para castigar a un PSOE cuya segunda legislatura se ha visto inmersa en una crisis económica mundial de impresionante repercusión, no lo hagan... ¿De que serviría arrepentirse después de haber alzado a la Moncloa a la derecha que tan mala vida nos ha dado durante gran parte de este siglo a España?

Y casi sin darme cuenta he caído en el peculiar bipartidismo que se está queriendo consolidar en el país. Hay muchas opciones democráticas. Que cada cual elija la suya en conciencia y, lo que es más importante: que la asuma después. Nos jugamos mucho. Tanto como todo un estilo de vida.

Foto de Alberto Martín (EFE) publicada en El País.