Los fumadores no podemos ser ciudadanos de segunda clase
A ver... No se puede, ni debe, tratar mal a las personas inmigradas, a las personas enfermas de SIDA, a los ex convictos, a quienes han caído en Las Barranquillas, a las personas que hacen de las partes del cerdo su dieta diaria. Es decir a nadie....
Bueno a nadie, excepto a las personas que fumamos. A nosotros se nos puede mirar con cara de asco impunemente. Se nos puede prohibir entrar a muchos sitios. Se nos puede encarcelar en un cubículo de cristal apestoso en el aeropuerto que tiene unas medidas enanas aunque sobren espacios que no sirven para nada más que para el que se haya embolsado un buen dinerito diseñándolos y construyéndolos. ¡Ah! y el cubículo no se limpia para castigarnos por nuestro pecado.
Y esto lo hacen los que querrían añadir un undécimo mandamiento, el de "No fumarás". Que vienen a ser los mismos que te dan las peores mesas en los restaurantes y que no te ponen en la factura un plus de fumador porque todavía no se le ha ocurrido a nadie.
Este país, en un afán estúpido de modernización ha copiado lo peor del país que gobierna el mundo: Estados Unidos. Puso de moda el llogin y el no fumar. Y AHORA QUIEREN SEGUIR PROHIBIENDO SITIOS. Hace falta ser gilipollas. Hemos pasado de fumar en el Congreso de los Diputados, en los Hospitales mientras los hombres esperaban paseando a que la mujer diara a lus su vástago para poder perpetuarse poniéndole su apellido. hemos fumado en bares y en los andenes del metro, en las reuniones ministeriales y empresariales. En fin... en todos sitios y no pasaba nada. NADIE HA DEMOSTRADO QUE ANTES MURIERA MÁS GENTE QUE AHORA POR CÁNCER. De hecho nadie puede demostrar la relación directa del cigarrillo y la terrible enfermedad que hay muchos niños que padecen sin fumar y sin vivir en una familia que tenga ese nefasto hábito.
Pues eso, que hemos pasado del todo al nada. ¿Por qué no existen en los trenes vagones para fumadores? ¿Por qué no se fletan aviones exclusivamente para fumadores y el que quiera espera a la salida de ese avión sea a la hora que sea? ¿Por qué no se deja fumar en la cubierta de un barco que sólo tiene por techo el cielo azul y la brisa fresca? ¿Por qué no se puede fumar en el andén de un tren que está al aire libre?
Ya se que parece obvio, pero hay que decirlo. Los fumadores somos personas, que además pagamos nuestros impuestos como cualquier otro ciudadano o ciudadana. Es más, con lo que nos gastamos en tabaco financiamos parte del sistema educativo y del sistema sanitario. ¡COMO SE PUEDE SER TAN HIPÓCRITA Y LEGISLAR CON ESA DOBLE MORAL TORTICERA!
Se que no es políticamente correcto escribir en favor de las personas que fuman, pero somos las que más gastamos, las que más pagamos en los restaurantes porque nos gusta estirar la sobremesa con un buen cigarro y varias copas que animen la conversación en lo que debería ser un acto social, no un mero comedero de exquisiteces minimalistas.
Y no quiero hablar de los exfumadores intolerantes que están todo el día dando por el saco con el tabaco por la simple razón de que les gustaría seguir fumando y se han impuesto a sí mismos el no hacerlo y presumir de ello. ¿Os habéis dado cuenta que todo el que lo ha dejado dice que se lo propuso un día y al siguientelo dejó y hasta hoy? Una mierda, con perdón. La nicotina pasa a la sangre y cuando dejas de meterla en el organismo te crea un síndrome de abstinencia.
¿Por qué no dejan que la ciudadanía haga lo que quiera? Que el tabaco mata. Bueno. ¿Y la grasa en la sangre? ¿Y la emisión de los gases de los coches? ¿Y los residuos de las calefacciones? ¿Y los vertidos químicos en ríos y tierras? También mata una maceta cuando te cae encima. Reivindico el derecho a morir como me de la gana. Y que les den a los políticos que lo prohiben por el mero hecho de que uno que muere no puede seguir pagando impuestos. Nuestra salud es lo de menos mientras sigamos siendo contribuyentes. Los fumadores contribuimos y aunque solo fuerapor eso debemos ser tratados como ciudadanos de primera, y mas en un Estado que se llama de Derecho. Quiero que se respete mi derecho a la libertad. Y ahora me voy a encender un cigarrillo a la salud de todos los hipócritas que nos rodean a los fumadores.