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La doble moral sobre la salud ciudadana: Contaminación Ambiental y Ley Antitabaco











Hoy hemos desayunado con la noticia de que Madrid es una de las ciudades de europa con mayor contaminación ambiental. La concejala Ana Botella ve como solución pedir una moratoria a la U.E., que es como decir, no vamos a hacer nada sobre ello y esperemos que con el tiempo la polución se vaya por sí sola. El cielo madrileño está repleto de óxido de nitrógeno ¿Y QUÉ?







Pues que parece que EN ESTE CASO la salud de la ciudadanía no tiene la más mínima importancia, cuando sabemos que los niveles bajos de óxidos de nitrógeno en el aire pueden irritar los ojos, la nariz, la garganta, los pulmones, y posiblemente causar tos y una sensación de falta de aliento, cansancio y náusea.



La exposición a bajos niveles también puede producir acumulación de líquido en los pulmones 1 ó 2 días luego de la exposición. Respirar altos niveles de óxidos de nitrógeno puede rápidamente producir quemaduras, espasmos y dilatación de los tejidos en la garganta y las vías respiratorias superiores, reduciendo la oxigenación de los tejidos del cuerpo, produciendo acumulación de líquido en los pulmones y la muerte.




Lo lógico sería --según la lógica del gobierno-- una Ley Anticoches, Antiautobuses, Antifábricas, Anticalefacción, ya que parece que la contaminación atmosférica nos afecta a toda la ciudadanía. Cuando menos reducir el uso del automóvil, si no es por cuestiones de trabajo. Nada de salir a dar una vueltecita con el vehículo, y menos aún si es para ir a algún bar y encima fumar a las puertas del establecimiento. El Ocio parece que ya no es Negocio, y los pobres hosteleros mientras tanto haciendo cuentas de sus pérdidas y viendo a quiénes van a tener que despedir por falta de ingresos. O eso o cerrar el establecimiento. ¡Claro que algunos no tienen la pila de años cotizados que están exigiendo para darte una mísera pensión! ¿cómo van a cerrar?



Así las cosas, el ciudadano que se ha convencido a sí mismo de que no es un chivato ni un delator como lo eran los de la Inquisición o los de la Guerra Civil, se dispone a realizar una denuncia contra otro ciudadano que está cometiendo el gran delito de fumarse un cigarro. Para ello sale de casa, pasa por detrás de un autobús que está arrancando en esos momentos y se traga todo el monóxido de carbono que deprende, pasa por varias calles donde las chimeneas de la calefacción le calientan más la cabeza, coge el móvil (que muchos dicen que puede ser causa de cáncer), hace una fotografía al "delincuente" del cigarro y llama anonimamente para denunciarle. El ciudadano puede ser el vecino del delincuente que le cae mal, o puede ser el del bar de la competencia que le interesa que el otro cierre, o simplemente puede ser un ciudadano cabreado porque está harto de hacer cola en el paro y así se resarce del mundo mundial...



En fin, que pueden decir que es demagogia o lo que les de la gana, pero lo que está claro es que la Ley Antitabaco no se ha hecho mirando por la salud de los camareros y hosteleros de los que nadie se ha preocupado nunca a pesar de hacer jornadas laborales de 12 horas a cambio de sueldos tercermundistas. La Ley no se ha hecho para mejorar la salud de quienes creen que ella es competencia exclusivamente suya. La Ley se ha hecho para que España sea la primera en algo. En este caso el país con la Ley Antitabaco más restrictiva. Y si no fuera esa la razón no entiendo porque la ciudadanía no pone denuncias a los ayuntamientos que incumplen flagrantemente con la contaminación de sus ciudades y les causan graves perjuicios a la salud que, ni por asomo, les crea el humo de un cigarrillo.



Hay que tener narices o una doble moral tan grande como el smok que cubre el cielo de Madrid. También pueden recurrir a decir que si hay tanta contaminación es porque ahora fumamos en la calle...













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Ley Antitabaco injusta para fumadores y no fumadores

Cuando la ciudadanía anda cabreada por el paro galopante que hay, por el recorte de derechos sociales, por las subidas en los transportes, la comida, la luz, el gas... y cientos de productos imprescindibles... venir a tocar las narices con prohibiciones por Ley indica una falta de tener los pies en la realidad que cuando menos te hace alucinar, sin contar (por supuesto) con la ayuda de ningún estupefaciente.
Ignorar que España es un país diferente al resto de Europa, porque es mediterráneo, porque somos de bares y tapas, de terrazas y cachondeo, de conversación fácil, de cañitas y reuniones con los amigos y amigas y, por qué no, con desconocidos...
Ignorar que a España (cuyo Ptroducto Interior Bruto es engordado por el Turismo) vienen los extranjeros a hacer lo que no les permiten en sus países: beber, fumar y de paso, meterse una paella pal cuerpo...
Ignorar que los hosteleros están mareados y no del humo precisamente, sino de ahora "pones separación para fumadores y extractores", ahora "si tienes más de 90 metros tienes que hacer reformas", ahora "puedes elegir entre ser bar o restaurante de fumadores o de no fumadores"... hasta el definitivo y actual "me importa un huevo que seas el dueño del local porque yo mando más a pesar de los impuestos que te saco y te digo que no se fuma ni por mis cojones ni por la boca de los clientes"...
Ignorar todo eso significa no conocer España ni a su ciudadanía, en su mayoría compuesta por personas fumadoras.
Esta Ley Antitabaco es injusta porque:
- Se pasa por el arco del triunfo los derechos de más de la mitad de la población, que no quiere que la salven de nada.
- Juega con la doble moral de sacar una ingente cantidad de impuestos de la venta del tabaco y luego prohibe hacer uso de él.
- No tiene en cuenta que la mayoría de las personas que van a restaurantes y hacen sobremesa mientras se toman unas copas ya no la harán, que los que van a los bares y empalman cañitas mientras charlan con los amigos o se juegan una partida de mus, ahora se toman una o juegan sólo una vaca de cuatro y se marchan a la calle a fumar mientras añoran la privacidad del hogar, en el que --por el momento-- pueden hacer lo que quieran.
- No consideran que quienes visitan a una persona enferma en un hospital ya tiene los nervios suficientes como para tener que estar pendientes si fuman a 20 o 50 metros del establecimiento de salud.
- No ponen de manera fácil y gratuita métodos efectivos para que quienes fuman puedan dejar de hacerlo sin traumas.
- ENFRENTAN a la población: Los NO Fumadores esgrimiendo la Ley ante los Fumadores. Dándoles todos los derechos a unos y despojándoles de todos esos derechos a otros.
- QUIEREN CONVERTIR en chivatos a los No Fumadores, en Policías a los camareros, en Jueces a los dueños de establecimientos y en Delincuentes a las personas cuyo único "pecado" es haber caído en la publicidad del tabaco y en la venta libre del mismo, con subidas injustas que no disuaden a los que ya fuman, de hacerlo.
España se está convirtiendo en un país de Blanco y Negro: O Zapatero o Rajoy; O Madrid o Barça; o No fumador o Apestado... Una España más propia de tiempos no democráticos que de los actuales.
Y a todo esto no he oído esgrimir el tema de la salud por ningún lado, lo cual agradezco porque las respuestas serían muchas:
- Si se hubiera descubierto la relación directa del cáncer con el tabaco no habría desgraciadamente centros infantiles de oncología.
- Si malo es el tabaquismo, qué me dicen del alcoholismo...
- Si de salud se trata que eliminen de las carnicerías la venta de cerdo, que cierren los bares de torreznos, que le quiten la yema a los huevos y así más de la mitad de la población no padecerá colesterol, hipertensión y demás...
Si de lo que se trata es de que los fumadores vivan más para que sigan cotizando a la Seguridad Social habrá más personas a las que pagar pensiones, las cuales por cierto tienen la espada de Damocles sobre sus números.
En fin, que la misma izquierda que vivió el mayo del 68 cuyo lema era "prohibido prohibir" se ha lanzado a una "Ley de tabaquistas y maleantes" que recuerda a las 2 Españas. En este caso, la de los que fuman y la de los que se chivan de los que fuman. ¡Verdaderamente atroz!