| No comment yet

La "LIADA" de Cataluña


Cataluña era el lugar por el que España podía respirar algún soplo de libertad exterior, durante una dictadura que nos axfixiaba… A través de ella sabíamos que el mundo de fuera no se había acabado… Envidiábamos ese mar que la conectaba a unas ideas y costumbres modernas, que los demás sólo podíamos vislumbrar a lo lejos, pero que nos parecían un pequeño “corte de mangas” de los españoles progresistas, al gran dictador. Porque Cataluña éramos todos.
¡Que no se le olvide! ¡Que no se nos olvide! Cataluña (con todas sus singularidades) tiene también, en las personas que la pueblan y la construyen… una réplica del mapa demográfico de toda España.
Esa idiosincrasia catalanista, con la que sopapeaba tan gloriosamente al del Pardo y que todos aplaudíamos, dejó de tener sentido, sin embargo, cuando llegó la Democracia y la Transición reconoció la mayoría de sus reivindicaciones: su autonomía, su singularidad; se estableció la Generalitat, se le transfirieron competencias y servicios, se declaró el catalán como lengua oficial, aunque no lo hablaran la mayoría de las personas que habitaban Cataluña.
Unos aceptaron la autonomía, los minoritarios como ERC querían la soberanía, y los ladinos como CiU, con los mecanismos que le había dado la autonomía se dedicaron a preparar las bases de una estructura de estado catalana propia, e ir alimentando las diferencias con España. A base de una paciente manipulación logró sembrar la semilla de la independencia soberanista, anulando todo lo que nos unía y explotando lo de “España nos roba, España nos desprecia, España nos trata mal”…
En los últimos años, tiempos de crisis, que ha asolado la piel de toro, las reivindicaciones de independencia de algunos políticos catalanes parecen haberse provisto de altavoces, haciendo parecer más insolidarios a quienes habitan sus tierras, cosa que es absolutamente incierta. Ellos quieren salvarse de la quema, de la crisis, de Rajoy… Quieren ser un país independiente, rico, europeo, y al resto de España que le vayan dando pomada…
NO CREO NI POR UN MOMENTO QUE ESTE SEA EL SENTIR DEL PUEBLO CATALÁN NI DE QUIENES EN CATALUÑA VIVEN. Creo que es un ansia de poder desmedido de unos cuantos políticos que confunden sus propios intereses con los del pueblo, como ha demostrado el hasta hace muy poco adalid del separatismo, Jordi Pujol. Y si para ello tienen que jugar con términos como catalanismo, separatismo, independentismo, soberanismo… lo hacen.
No obstante, tanto el pueblo catalán, como el resto del pueblo español, no creo que les perdone que mientras ellos juegan “a la silla”, se olviden de las personas que están siendo desahuciadas de sus casas, de las personas en situación de desempleo, de las pobres… Pueden distraerles con banderas y con himnos, pero la gente seguirá clamando por la Sanidad y la Enseñanza Públicas y de Calidad, por sus derechos, por el Estado de Bienestar.
No estoy yo en contra de que los pueblos decidan los rumbos que quieran tomar. Estoy a favor del sentido común que imponen los tiempos. Del pluralismo. De la honestidad. De la honorabilidad y la honradez. Y, sobre todo, y por encima de todo, de la transparencia y contra la manipulación y el ansia de poder, venga de donde venga, ya sea de Cataluña o de Madrid.
| No comment yet

¿UNA IZQUIERDA QUE QUIERE QUE EL ESTADO CONTROLE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN?

Es muy común entre los políticos "matar al mensajero". No responsabilizarse de lo que hacen, sino culpar a los periodistas que cuentan lo que hacen o lo que no realizan. Todos los regímenes dictatoriales, una de las primeras medidas que toman es acallar y controlar los medios de comunicación. Esto nos lo demuestra la historia de siglos, incluida la toma de RTVE, por los militares, el 23-F.
Lo que jamás hubiera esperado es que un partido que se autotitula y se sitúa en la izquierda del panorama político español, como es Podemos, pida el control del Estado de los mass media. Pero no sólo eso, sino que su "líder", Pablo Iglesias, en un acto más o menos cultural, celebrado y jaleado en la Universidad, se dedique a dar nombres y apellidos de periodistas que cree que no tratan bien a su partido, confeccionando una especie de lista negra de profesionales a los que ridiculiza, insulta y echa las culpas de los males que aquejan a su partido. Quizá ha olvidado que sin los medios de comunicación, probablemente seguiría en la Puerta del Sol, en una tienda de campaña.
Quizá es que no presta oídos a todos los que, desde su propio partido, dicen que en Podemos hay violencia interna, abuso de poder y persecución política y organizativa. Esas mismas palabras utilizaron los 11 miembros de la Ejecutiva Municipal de Castilla León cuando dimitieron en bloque. O quizá, le importó un bledo, lo mismo que le importó la dimisión del Secretario de Organización de Podemos, en la Comunidad de Madrid.
No quiero seguir con su propia lista de molestos y renegados, porque todos los partidos tienen problemas internos. Baste decir que las últimas encuestas le dan 10 puntos menos en intención de voto, a expensas de la subida de Izquierda Unida. Y, quizá por ello, es por lo que "pasa" de contribuir a la constitución de un Gobierno, acercándose a Garzón, con el pensamiento puesto en unas nuevas elecciones.
Comicios que todos queremos evitar porque correríamos el riesgo de que el PP saliera reforzado, por muy extraño que nos parezca a quienes seguimos el curso de las presuntas corruptelas peperas, que últimamente han acabado con la dimisión del ministro Soria por sus mentiras sobre sus negocios en Panamá; con la dimisión del alcalde, teniente de alcalde y concejala de urbanismo de Granada por presunta corrupción urbanística; y con un dictamen del Supremo pidiendo el encausamiento de Rita Barberá, tan defendida siempre por el propio Rajoy.

Iglesias, denosta a la profesión periodística, en un plan jocoso que El País califica, como más propio de un monólogo del Club de la Comedia, que de un diputado que, encima, se postula a presidente de la nación. En su afán por los aplausos de los universitarios ridiculizó a varios periodistas y mostró su ignorancia sobre los medios de comunicación al afirmar que hablando mal de Podemos puedes medrar y ser ascendido en tu periódico, radio o televisión.
Ignorancia es meterse con los trabajadores de la prensa, en lugar de meterse con los grupos financieros que están detrás de los medios, si es que quiere meterse con alguien ajeno y echar balones fuera de su propio campo.
Si quiere hacer su propia lista negra de periodistas, puede colocarme en ella, porque yo como mis compañeros periodistas, no tenemos otra labor que la de informar de lo que se produce. Haz cosas distintas y las contaremos. Muchos de nosotros, no estamos en contra de Podemos, e incluso hemos suspirado por un gobierno de izquierdas, en este país, con su contribución, pero parece que es imposible que ceda por el bien común de la ciudadanía y deje de pensar en términos de partido y seguidores, espoleando a unos contra otros. Respeto a los votantes de Podemos, que no ejercen como hinchas de fútbol, porque no me gustan los maximalismos y creo que en todos los partidos hay cosas buenas y malas.
Ójala que Iglesias, con todo su saber universitario, se despojara de los prejuicios y pensara que, en momentos peores de los que vivimos, un montón de partidos y sindicatos, cedieron mucho más para hacer unos Pactos de la Moncloa, que ayudaran a que la Democracia en España fuera una realidad. Ójala que no tildara de "casta" a quienes hicieron aquellos sacrificios para devolver la voz al pueblo y a la libre expresión y circulación de informaciones, incluyendo su libertad de insultar hoy a los periodistas que no le aplauden.
Más Información: http://elpais.com/elpais/2016/04/21/opinion/1461264700_181707.html