Jordi Pujol: 35 años viviendo a "cuerpo de rey"

Desde que se "fue de rositas" en la consentida quiebra de Banca Catalana, el prepotente inventor de la frase de "España nos roba", cuando es amenazado con la cárcel por el gobierno de Felipe González, comienza Jordi Pujol a hacer una de las campañas más sucias de la democracia, y durante los años 80 organiza una campaña extraordinaria de catalanismo que invirtió los términos de la polémica. Ya no eran las irregularidades de Banca catalana lo importante, sino el acoso, el desprecio a Cataluña, que con el tiempo acabó en la deriva independentista y la "estrategia del agravio" convertida ya en precepto incuestionable del catalanismo

Hasta a Josep Tarradellas le extrañaba que este hombre, que venía de la burguesía franquista, hiciera que el catalanismo tuviera que significar el odio a España, en una estrategia política de agravios permanentes, como "si los catalanes fueran formidables, y Madrid siempre se equivocara y siempre los despreciara"... Pero esa política victimista le salía bien, había quien se la creía.

Los cientos de millones de pesetas se "perdieron" en la polvareda política, como ocurrió con los 3.000 millones de Convergencia Democrática de Cataluña, que se archivó por un juez catalán "por prudencia".

LLEVAN 35 AÑOS VIVIENDO A "CUERPO DE REY", DEFRAUDANDO A HACIENDA, A TODOS LOS ESPAÑOLES, ACUMULANDO MILLONES EN ESPAÑA Y, SOBRE TODO EN EL EXTRANJERO, Y MIENTRAS TANTO... La confesión de Pujol supone un cambio radical de estrategia. Hasta ahora, el fundador de Convergència Democràtica había negado de forma taxativa la existencia de cuentas en el extranjero. Y había insinuado que las acusaciones eran un ataque a Cataluña, al partido y al proceso soberanista promovido por las entrañas del Estado, por mucho que Artur Mas diga que es un tema personal, un tema de familia
Y ahora pide perdón “por si alguien se hubiera podido sentir defraudado”… ¡Pues mire usted! 

Defraudada se siente toda la ciudadanía, incluida la catalana… Personalmente nunca tuve confianza en su mirada esquiva, parapetada en bolsas de piel, ni en su lengua maledicente, de donde solo salían insultos para el resto de los españoles que no tuvieran pedigrí catalán, aunque habitase sus tierras…


¿Perdón? Sí. LE PERDONAMOS, SI REINTEGRA HASTA EL ÚLTIMO EURO QUE TIENE EN EL EXTRANJERO USTED Y SU FAMILIA Y DEJAN TODOS LOS CARGOS PÚBLICOS QUE HAN CONSEGUIDO CON ÉL Y MARCHAN FUERA… LEJOS, MUY LEJOS… Si le gusta el calor, quizá el infierno no fuera mal destino…

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