Premios Compromiso por la Tolerancia



Hoy me he acercado a una Escuela. Nada de particular tendría el hecho, si por su patio no resonaran aún los pasos de Antonio Machado y María Zambrano. ¡Vaya dos! Pero no era oír el eco de sus palabras, lo que me ha movido hasta allí. No. Después de cuatro años y un cáncer, sin contacto alguno con las personas de mi pasado profesional más querido, las ONG, hoy he decidido que ya estaba lo suficientemente fuerte, lo bastante curada, lo relativamente guapa, para dejarme ver por quienes un día fueron mis compañeros de lucha, de sacrificio y de trabajo por un mundo mejor.

El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, decía que había que fomentar la tolerancia, "promoviendo la comprensión y el respeto entre todas las culturas, desde los parlamentos a los patios de recreo en las escuelas". Pues por la Escuela hemos empezado.

Aquí, el presidente del Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra cuya amistad empecé a cultivar –mire usted, la casualidad—“en un patio de Sevilla”, lloraba, resoplaba y respiraba hondo, tras ver las luchas mantenidas contra el racismo, la xenofobia, la homofobia y tantas y tantas formas de odio y de discriminación, en las que la tierra se ha teñido de rojo, el aire se ha llenado de nubes tóxicas y el corazón de muchas personas se ha rodeado de piedras.

Por eso hoy, su organización quería premiar a la gente honesta, tolerante, luchadora, con valores y principios inalterables, que creen en la dignidad intrínseca de las personas, independientemente de donde hayan nacido, de cuál sea su sexo, su raza, su religión, su color, su orientación sexual, su etnia… Que creen en los seres y en los derechos humanos…


Así, adelantándose al Día Internacional para la Tolerancia, proclamada por la Asamblea General de Naciones Unidas, que se conmemora mañana domingo, 16  de noviembre, ha entregado los 'Premios Compromiso por la Tolerancia'  a otra persona que, como Esteban Ibarra, tiene una parcela en mi corazón con derecho a regadío, como es Pedro Zerolo, del que no voy a decir más que siempre estuvo, siempre está y siempre estará, aunque estará de nuevo con sus característicos rizos.

Los premios personales del Movimiento contra la Intolerancia han recaído en el catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, Tomás Calvo (Educación); en el director de Oberaxe, Nicolás Marugán (Instituciones); en el fiscal de Delitos de Odio de Barcelona, Miguel Ángel Aguilar (Justicia); el cantante de rap 'El Chojin' (Música); y la presidenta de FELGTB, nuestra querida y admirada Boti García (Activismo).


El ambiente estaba cargado de emociones, preñado de sentimientos que pugnaban por ver la luz, de voces ahogadas que, como la mía, querían gritar muchas palabras…. ¡Sin saludar, me fui murmurando una, que creo que las condensa: “Humanidad”!

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