Pues... mi Papá me viene a buscar....


Mi papá... Mi papá tiene el barco más grande... Pues, mi papá es el que más manda... Mi papá... Mi papá... Mi papá ... me viene a buscar... Y aparece el PAPÁ en un cochazo... ¿les suena?
Yo no sé que coche es, porque generalmente me fijo en el color y en si llevan ruedas y volante, es decir, si me puede trasladar de un sitio a otro. Pero es que en este spot de televisión, repetido hasta la saciedad sólo puedo fijarme en los estereotipos que recrean y la desigualdad de la que la marca de coches, apoyada por el equipo publicista, fomenta.
Las niñas (mujeres del mañana) están en grupo, de cotilleo, hablan casi todas a la vez, están ociosas y sólo presumen de los papás como si las mamás no existieran, no las hubieran parido, no trabajaran, no condujeran coches... Como si las mamás fueran como un objeto, como ese caballo "que no se llama Mimi, sino que se va a llamar Mimi" y que le va a comprar su papá, porque es el que tiene el poder adquisitivo de la familia y el que toma las decisiones.
Aparece además como algo extraordinario... O sea que a las otras niñas las recogerán las mamás digo yo... o dado el poder adquisitivo que parece que tienen e el club de equitación, como mucho el chófer, porque de choferesa ni hablemos...
Si seguimos pensando que la publicidad es casual, que no está absolutamente estudiado hasta el último detalle del anuncio, nos equivocamos... Si seguimos admitiendo, como si nada, estereotipos de género que se nos cuelan en el inconsciente que tenemos socializado en la desigualdad desde que nacemos, reforzado por la escuela y la propia famila, estaremos cometiendo un grave error.
Y no digo ya nada de quienes piensan que eso de ver desigualdad en los spots es sacarle punta a todo, cuando la televisión se ha convertido hoy día en uno de los más potentes agentes socializadores de la infancia, por encima precisamente de la escuela y de la familia.
En fin, esto es un aviso "para caminantes" porque de este tipo de publicidad está la televisión plagada... ¿Que digo? Infestada... y ni siquiera nos pica... Y si nos pica ya nos rascará nuestro papá... que mientras mamá preparará el baño, la cena, la ropa del colegio de mañana y concertará la cita con el odontólogo, mientras le insiste a la abuela para que tome sus medicinas y se acueste.

1 comment

Vicente | 27 de julio de 2009, 6:45

Pues a mí me parece un anuncio muy bien montado. Las niñas, todos lo sabemos, son el ojito derecho de los padres y viceversa. Y mas que fomentar lo bueno que es que tengan cosas materiales fomentan que los padres pasan mas tiempo con ellas, es un buen mensaje.
El feminismo, a veces, ciega la perspectiva.