Marquesinas antipersonas
Púas, cadenas, piedras, vallas, cemento, pinchos... Todo parece valer en Europa, para alejar del refugio que ofrecen algunos rincones de sus calles, a quienes no tienen otro sitio donde ir. Obviamente, quienes tienen casa, en un 99% preferirían no pasar calor o frío a la intemperie y a la vista de desprecio de la gente, que ignora qué situaciones les han llevado a dar con las posaderas sobre la dura acera de la indiferencia social.
Y Madrid parece haberse sumado a esta especie de "moda de la deshumanización". O eso, o la especulación ha vuelto a campar a sus anchas como Mio Cid lo hacía por Castilla... O ambas cosas, que todo puede ser, cuando el Pisuerga pasa por Valladolid o el Consistorio no tiene lista de prioridades.
Si no hay dinero para empleos municipales, para comedores escolares, para medioambiente cuando se están cayendo los árboles y matando e hiriendo a personas, para la limpieza de las calles, para los centros de la tercera edad, para las instalaciones deportivas... Cuando se dice que no hay dinero para todo eso... Y se cambian unas marquesinas nuevas, en perfecto estado, por otras, en las que lo único que cambia es el tamaño, el color y que en el banco de espera han puesto una "separación" para que nadie se pueda tumbar en él... como que la cosa te mosquea...
¿A quién beneficia ese cambio? A los usuarios, no, porque lo mismo les da esperar bajo una marquesina marrón que gris. A las personas desahuciadas o sin techo, obviamente no, porque si lo hacían antes (que lo dudo) no podrían tumbarse en el banco... A los comerciantes, que les han tenido empantanadas las aceras con las obras, tampoco...
¿QUIEN SE HA BENEFICIANDO, ENTONCES, DEL CAMBIO A LAS MARQUESINAS ANTIPERSONAS? Ya se que joroban los finales abiertos, pero si pensáis, éste no lo es tanto...
Reply to this post
Publicar un comentario